Formas de intervención

Tanto las empresas como los consumidores, es decir, la sociedad en general, puede contribuir a la mejora de este problema de producción y consumo desmesurado. En primer lugar, las empresas deben tener en cuenta los efectos ambientales y sociales de sus productos y servicios, tanto cómo afecta el uso del producto al medio ambiente, como su ciclo vital e incluso la manera en la que se ha fabricado. Por ello, es un factor fundamental buscar soluciones para la producción responsable. Además, las empresas pueden fomentar a las familias a llevar modos de vida más sostenibles a través de proyectos innovadores.

Por otro lado, los consumidores podemos contribuir a terminar con este problema reduciendo los desechos. Esto se puede llevar a cabo de  muchas maneras, como por ejemplo reduciendo el uso del plástico, uno de los grandes contaminantes de mares y océanos, incluso reciclar botellas, utilizar bolsas de tela sustituyendo a las de plástico… Además, podemos tomar conciencia a la hora de comprar productos, escogiendo así los más sostenibles. Al no comprar productos cuya producción, uso o ciclo vital es insostenible tampoco fomentaremos dicha producción.

En la mayoría de ocasiones pensamos que tomar iniciativas para acabar con estos problemas es difícil y costoso, cuando en realidad con simples acciones o decisiones puedes ayudar. A continuación vamos a exponer unas sencillas pautas que pueden ayudar muy favorablemente a llevar una vida sostenible.

Cosas que se pueden hacer desde el sofá:

• Enchufar los electrodomésticos en una regleta y desconectarlos cuando no se estén usando. Esta es una gran forma de ahorrar electricidad.
• Pagar las facturas a través de internet en vez de sacarlas en papel.
• Pedir a las autoridades la participación en iniciativas para evitar el daño personal y del planeta.
• Apagar las luces ya que las pantallas de los televisores y los ordenadores ya están diseñadas para que emitan una luz que no sea dañina para nuestros ojos.
• A la hora de comprar por internet, investigue primero si la empresa a la que va a comprar aplica prácticas de desarrollo sostenible.
• Calcular nuestra huella de carbono y comprar créditos climáticos en Climate Neutral Now.

Cosas que se pueden hacer en casa:

• Secar las cosas al aire, por ejemplo no usar secadoras para la ropa o un secador para tu pelo. También es importante llevar el tambor de la lavadora al completo para ahorrar agua.
• Tomar una ducha en lugar de un baño, ya que en las bañeras se gastan muchos más litros de agua.
• Reducir el consumo de carne y pescado, ya que se destinan más recursos a la obtención de carne que en la recolección de plantas.
• Utilizar fertilizantes orgánicos para el crecimiento de las plantas ya que los químicos perjudican en el cambio climático.
• Reciclar papel, vidrio, plástico, etc.
• Comprar productos con el mínimo empaquetado posible.
• Aislar las ventanas y las puertas para aumentar la eficiencia energética.
• Ajustar el termostato.
• Sustituir los electrodomésticos antiguos por otros que consuman de forma más eficiente.

Cosas que se pueden hacer fuera de casa:

• Comprar productos locales para apoyar a los negocios y personas de nuestro entorno. Además, así se evita que los camiones tengan que recorrer grandes distancias.
• Hacer ver a los negocios que preferimos comprar el marisco, por ejemplo, de una forma respetuosa y en la que no se perjudiquen los océanos.
• Intentar usar más habitualmente el transporte público, las bicicletas o el desplazamiento a pie.
• Utilizar botellas de agua reutilizables.
• Llevar nuestra propia bolsa cuando vamos a la compra. Hágase con bolsas reutilizables y evite el plástico.
• Usar menos servilletas de papel. Obtenga solo las necesarias.
• Comprar productos de segunda mano ya que en muchas ocasiones todavía pueden usarse. Por ejemplo, asista a tiendas de libros de segunda mano y evite comprar el mismo libro pero nuevo.
• Donar las cosas que no utilice.

Cosas que se pueden hacer en el trabajo:

• No tirar los alimentos que no se quieran en ese momento, guardarlos y dárselos a alguien que los necesite.
• Asesorar a los jóvenes para que aprendan a llevar una vida sostenible.
• Asegurarse de que la empresa en la que trabaja usa tecnologías que sean eficientes.
• Ir al trabajo en transporte público, andando o en bicicleta y usar el coche cuando se consiga reunir a un grupo grande de personas.
• Organizar una semana en el trabajo para potenciar todas las medidas posibles que ayuden a respetar el medio ambiente y el planeta.